sábado, julio 16, 2005

"La Boca, Somos Tus Dientes!!"

Caminar por La Boca de noche es una experiencia simpatica de por sí. El gris industrial, totalmente abandonado se va fundiendo con los escasos colores que quedan de la época pintoresca. Vidrios rotos, veredas elevadas, igualmente llenas de agua... "en la vereda alta es", nos dicen.
Una sinagoga, tan abandonada como el barrio, haciendo las de centro cultural ocupado. Vitreaux, sin vidrio, con estrellas de David por doquier, piso de madera, una ambientación con ropa colgada, un cerdito que dice "a mi tampoco". Tablas talladas, como las que a Moisés Dios le entregó en el monte Sinaí, pero sin mandamientos, sino la lista de los que "aportaron para levantar la hipoteca", sus nombres en hebreo, y el monto, a la izquierda, que pusieron para la causa.

Disfrutando unos vinos de la casa, pudimos ver un grupo de 'cuelgue focklórico', que de no haber hecho una obvia versión de "El Condor Pasa", los hubiera escuchado con menos mala onda, pero no estaba tan mal, en verdad. Al termino de eso, Dick ya se estaba subiendo al escenario, pero Pablo Dacal, con su trombonista y su percusionista habituales, quisieron dar un recital intimista, no se si de improvisto o qué, sobre unos tubos fluorescentes puestos en v, en el medio del público, y sin ninguna amplificación. Claro que, pobre, Dacal no cuenta con una voz que le permita hacerse valer en un lugar tan grande, sin micrófono, ni tampoco pensó en ese asunto cuando fue a comprar su guitarra, que tiene un sonido tan apagado. Por lo que apenas se podía intuír las cosas que tocaba, reconociendo pequeñas pautas a través del trombón, y la patada contra el piso de los gruesos zapatos de Dacal. Y eso fue peor. Porque con un cover "homenajeó" al gran Demasiado, y tuvo un gesto aún mas feo, haciendo cantar al público una "clásica" canción de Rodrigo.

Es que, claro, cómo no va a despertar fanatismos entre cierto tipo de gente, un limado que, según cuenta la leyenda, consiguió un subsidio del estado holandés, (que no se si será a la creación, o a la investigación de músicas populares, o a la divulgación de la cultura propia europea, a través de musicas populares sudamericanas, o qué) y se vino a vivir bien acá, y se armó una banda del carajo, y les canta "Tengo más cemento que un camión, te le entrego abstracto y me devolves lo concreto", entre muchas letras de un vuelo poetico muy elevado. "Qué silencio religioso", dijo al salir, con esa voz medio Johnytolengosa. Y la música no paró de sonar, a patir de ahí, hasta el final del concierto.
Sin dejar el "latinismo", que, a veces suena muy de fondo, los tipos metieron un menjunje de timbres, haciendo la experimentación sonora más psicodélica que haya visto en los últimos tiempos por éstos lares. Manuel Schaller, el único que pude rescatar del anonimato en esa banda, toca el theremin, el teclado, la guitarra acustica, o modificar la voz de Dick mediante efectos, además de hacer las programaciones que son geniales. (Y tal vez sea por eso que hace tan buenas programaciones, por que no sólo hace eso...) Sobre eso, las guitarras cubrian de distorsión el paisaje sonoro, pero lo que destacaba era la voz tuerta de Dick, grave y pesada, gritando verdades sobre las cloacas de san fernando.
Todo me hizo recordar a una gloria olvidada del under de aquí, Willy Polvorón, pero con un grado de experimentación sonora altamente superior (digamos que a Willy le importaba un carajo, mientras él pudiera contar sus historias con chapitas de gaseosas y bicicletas rotas). Y claro, la referencia es obvia, también recuerda al otro europeo que vino a revolucionar la música perdida de esta ciudad .
La fiesta siguió, principio con temas del mismo hombre (nunca tan bien puesto un nombre "Demasiado", el tipo es alto como la Mole -ya que hay tanto Fantastic Four dando vueltas-), y luego mezclando reguetón con alguna electrónica también latinoide.

¿Cómo concluye una noche así de maravillosa?Alejarse, de nuevo, por la gris república de la Boca, subiendo y bajando veredas hasta llegar al que fue el hogar de Pedro de Mendoza, bajar dos veces las barrancas del parque rodando, y disfrutar de las vueltas del colectivo amigo, recordando a Dick y cantando "para bailar la bomba, se necesita dinamita..."

martes, julio 12, 2005

Primavera Banhart

Buenas noticias, amigos!!! según dicen por ahí, Devendra Banhart estará por aquí en septiembre, para celebrar los calores entrantes. No hay mucho más que decir, sólo que ni se imaginan quién lo contactó! Sí!!!! Fue ella, o sus hermanas...